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Historia general

PULIANAS: Emporio romano y sabiduría oriental

Los orígenes de Pulianas datan de la época romana, constituyéndose a partir de una de las numerosas villas de explotación agrícola próximas a Granada. Así se documenta por los restos arqueológicos hallados.

Según los historiadores, el nombre del municipio puede tener dos orígenes:

Un origen árabe: según Seco de Lucena, dado el nombre de «Bulyana» encontrado en la «Ihäta fi ajbär Garnäta», de Ibn Al-Jatib, que la cita como «qaryät bulyäna». También ha encontrado en el Nomenclator de 1512 y en los «Hábices de las mezquitas de la ciudad de Granada y sus alquerías», como forma intermedia «Puliana».
Un origen romano, ya que la ausencia de una significación de la palabra árabe, le ha llevado a la conclusión de que este nombre, como tantos otros de la topononimia de Al-Andalus, tenga un origen exterior, posiblemente romano.
La conquista de la Península por los musulmanes y su larga dominación en la parte sur, produjo una fuerte islamización de la antigua Bética, que, no obstante, mantuvo a lo largo de esos casi ocho siglos, muestras de sus antiguos habitantes, los mozárabes, como atestiguan los restos e inscripciones funerarias halladas en la Vega, aparte del testimonio de los escritores hispano-árabes.

Las persecuciones de los almorávides y las escaramuzas de apoyo de las huestes cristianas, entre ellas la de Alfonso I el Batallador, y más tarde la propia guerra civil de Granada y la Reconquista, influyeron en que casi siempre, tuviese pocos habitantes y una gran mortandad. Aún así, era de las localidades que abastecían de alimentos a la capital del Reino, alcanzando por ello una cierta importancia y un despegue económico con la dinastía nazarí desde mediados de siglo XV.

El Censo Eclesiástico de 1586, atribuye a Pulianas Grande 245 habitantes y a Pulianas Chica 128. Se sucede un periodo de repoblación con cristianos viejos, procedentes sobre todo de Jaén, Castilla y Extremadura. A Pulianas llegan unas 100 personas y a Pulianillas unas 90, que inician un periodo duro de recuperación y adaptación.

Tras la victoria de los Reyes Católicos, quedó sometida al Corregimiento de Granada y vivió con prosperidad hasta el siglo XVIII, fecha en que las epidemias sucesivas de peste y cólera, y ya en el XIX, la llegada de los franceses, mermaron sus habitantes y su crecimiento.

A mediados del siglo XIX, Pulianas cuenta con 120 casas y Pulianillas con 60. Sus ayuntamientos, independientes, suman 500 habitantes y sólo existía una escuela situada en Pulianillas.

En 1834, Pulianas se convierte en un municipio con la reforma provincial de España iniciada por Javier de Burgos.

Definitivamente, la revolución industrial que propició el desarrollo azucarero en la provincia, supuso un fuerte apoyo por el cultivo de la remolacha.

El hecho principal y más destacado de su proceso histórico ha sido el acuerdo de fusión entre Pulianas y Pulianillas, celebrado el 6 de febrero de 1945, dando cumplimiento al decreto de fecha 9 de noviembre de 1944 sobre fusión de los Ayuntamientos de Pulianas y Pulianillas, y por el cual Pulianillas pasaba a depender de Pulianas.